Blog

¿Por qué no gusta un libro locutado?

Supongamos por un momento que poseemos algún tipo de discapacidad visual parcial o total y queramos hacer uso de una herramienta para poder escuchar un libro (un audiolibro) pero que para hacer uso de ello tengamos que pagar dos veces: una por el libro en cuestión y otra por el audio que acompaña al libro ya que éste estaría sujeto a leyes de autor. ¿Sería lógico? No lo parece en absoluto, sobre todo cuando un libro locutado es para una persona con discapacidad visual como la rampa para sillas de ruedas en un restaurante a una persona que no pueda caminar.

Categorías: 

Páginas